Fingir
-Lola, sé que esto parece una locura, pero soy un gran admirador, tus acciones me han conmovido en todos los sentido, haría lo que sea para ser participe de Proyecto V.
El cabello de Lola se hondea en la fría noche. Están en el doceavo piso de un edificio a medio construir. Estás mareado, es el vértigo. Te asusta caer. Pero más te asusta volver sin ella.
-Podrías quedarte, pero debo conocer tu lealtad, debo saber que estás listo para darlo todo por Proyecto V. Debes realizar una prueba.
No puedes creer que no crea en ti, después de todo lo que vivieron juntos, es como si ella lo hubiera olvidado todo. Como si nunca hubieras sido parte de su vida.
-Lo que desees.
Ves como se dirige a un escritorio con tres pantallas de ordenador. Es metálico. Saca un arma de un cajón y la carga. Ahora está armada y tu no. Perdiste el factor sorpresa. Estás en desventaja, si no escoges bien tus palabras, todo podría salir mal. Lola tiene un carácter fuerte y no dudará si no la convences completamente. Te preguntas cómo es que terminaste ahí. Te preguntas si la despedida silenciosa y abrupta que te dio, era lo mejor.
Lola se acerca a ti. Tragas saliva. Te extiende la pistola para que la tomes.
-Vamos a matar al presidente. Es el primer paso para el nuevo gobierno. Hazlo tú.
Estás aturdido. Lola confía en ti. Tomas el arma. Ahora es un momento crucial, ¿hasta donde vas a seguir con el plan? Puedes amenazarla, decirle que si no escapa contigo lo mataras ahí, sin titubear, debes aclararte la voz para no flaquear. O puedes continuar, continuar fingiendo, y ver como ese encantador brillo en sus ojos los vuelve más hermosos.
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